Confesiones minoritarias Fuenlabrada

Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

ORÍGENES

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días fue organizada en Estados Unidos en 1830 por su líder espiritual y profeta Joseph Smith Jr. Los miembros de esta Iglesia son conocidos como santos de los últimos días. Según el relato del propio Smith, tras recibir la visita de Jesús (quién le encomendó instaurar la Iglesia), y otros seres celestiales (entre ellos, Juan el Bautista y los apóstoles Pedro, Santiago y Juan), tradujo el libro del Mormón y fundó La Iglesia de los Santos de los Últimos Días en Nueva York. El profeta y sus seguidores fueron perseguidos emigrando a Utah (estado del oeste de EE. UU.), y posteriormente a México.

DOCTRINA

La doctrina de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se fundamenta en la Santa Biblia y en el Libro de Mormón que consideran escritura sagrada y por el cual son conocidos sus fieles, como “mormones”.

Los santos de los últimos días creen, respetan y aman la Biblia. La consideran el cimiento de toda la Cristiandad.

El Libro de Mormón cuenta la historia de la relación de Dios con antiguos habitantes de las Américas y reúne enseñanzas de los profetas de entonces, cuyas palabras fueron citadas y compendiadas sobre planchas de oro por uno de ellos, el profeta e historiador Mormón. Fue traducido por Joseph Smith y publicado en inglés por vez primera en 1830. Los Santos de los Últimos Días lo utilizan conjuntamente con la Santa Biblia en su estudio personal y sus sermones.

Algunos de los postulados básicos de esta Iglesia son: la creencia de que Jesucristo es el Salvador del mundo y el Hijo de Dios, la Trinidad, la revelación divina continua de Dios a profetas y apóstoles, la creencia de que las familias pueden ser eternas y la creencia en la segunda venida de Cristo.

CARACTERÍSTICAS

Obtiene el reconocimiento de notorio arraigo en 2003.

La Iglesia cuenta con un capital y un modo de financiamiento propio. Por este motivo y por haber nacido en Estados Unidos (donde la tradición es la separación entre Iglesia y Estado) rehúsan beneficiarse de las aportaciones económicas del Estado a las Iglesias.

La ley del diezmo es la manera de financiar su Iglesia. Consiste en donar voluntariamente una décima parte de los ingresos a la obra de Dios. Hoy en día, todos los miembros fieles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días contribuyen con una décima parte de sus ingresos en calidad de diezmo. Los fondos del diezmo se utilizan para: construir templos, capillas y otros edificios; proporcionar fondos para el funcionamiento de La Iglesia; financiar el programa misional (eso no incluye los gastos personales de los misioneros); preparar materiales para que se utilicen en las clases y en las organizaciones de la Iglesia; realizar otras funciones importantes de la Iglesia y en educación.

Se puede conferir el sacerdocio a todos los varones que sean miembros dignos de La Iglesia sin tomar en consideración ni su raza ni su color.

El sacerdocio se divide en dos partes. El sacerdocio menor recibe el nombre de Sacerdocio Aarónico (se llama así por Aarón del Antiguo Testamento). Consiste en la autoridad para predicar el evangelio de arrepentimiento y para bautizar.

El sacerdocio mayor recibe el nombre de Sacerdocio de Melquisedec (se llama así por Melquisedec del Antiguo Testamento). Este sacerdocio incluye la autoridad para presidir la Iglesia, así como para llevar a cabo todas las ordenanzas, incluso el otorgamiento del don del Espíritu Santo.

RITOS Y COSTUMBRES

Organizan anualmente dos Conferencias Generales en conmemoración de su fundación que se proyectan públicamente a través de internet. Se realizan el primer domingo de abril y el primer domingo de octubre.

En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, no hay vestimentas religiosas externas en los servicios de adoración corrientes. Sin embargo, muchos fieles llevan una vestimenta debajo de su ropa que tiene un profundo sentido religioso. Es similar en su diseño a la ropa interior modesta regular y consta de dos partes. Se la conoce como el gárment del templo.

Cuentan con una revista para adultos, jóvenes y niñ@s: Liahona, que se publica mensualmente en más de 50 idiomas.

CENTROS DE CULTO

Esta Iglesia sólo construye templos en los lugares donde ha alcanzado un nivel de desarrollo notable.

El servicio principal de las congregaciones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se realiza en la reunión sacramental de los domingos. El culto destaca por su sencillez. Está compuesto por himnos, oraciones, el sacramento de la Cena del Señor (celebrado con pan y agua) y sermones pronunciados por miembros laicos de la comunidad de la congregación. El número de asistentes depende del tamaño de la congregación. Es un evento de índole familiar y su duración se aproxima a los 70 minutos.

De forma previa o posterior a la reunión sacramental, se celebran reuniones sectoriales dirigidas a los miembros de la congregación: mujeres, jóvenes, miembros que se prepararán para el sacerdocio (varones mayores de doce años), primaria para menores hasta once años, escuela dominical para adolescentes y adultos, y mujeres de la Sociedad de Socorro. Durante la semana, los centros de reunión también se abren para la formación de sus miembros o para la realización de diferentes actividades que ponen al servicio de los barrios en los que se ubican.

Las personas que forman parte de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no portan una simbología específica, si bien los jóvenes misioneros se identifican por vestir con camisas blancas, pantalones negros y una chapa que portan en el bolsillo de la camisa con su nombre (en el caso de los hombres), y vestidos o faldas largas y la misma chapa identificativa en el caso de las mujeres.

El símbolo representativo de los Templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo es la estatua del Ángel Moroni, uno de los ángeles que se le apareció a Joseph Smith.

ACCIÓN SOCIAL

Las actividades de los Santos de los Últimos Días son fundamentalmente religiosas, pero también desarrollan actividades relacionadas con la acción social y educativa, teniendo en cuenta que su objetivo principal como Iglesia es servir a la sociedad en la que están inmersos.

A nivel educativo, la enseñanza religiosa se organiza en las iglesias o capillas, además de desarrollar actividades lúdicas para los jóvenes y los niños/as , sobre todo los fines de semana. Los niñ@s asisten a clases según su edad, aprenden canciones y hacen campamentos.

Una vez cada tres meses se realiza una actividad de mujeres que dura unas dos horas; esta actividad pretende tanto solucionar problemas personales y en el hogar, como realizar actividades de corte y confección, en miras a ofrecer ayuda humanitaria. Por ejemplo tejer mantas y llevarlas a los campamentos de refugiados saharauis, preparar sets de higiene para las mujeres saharauis o preparar actividades de tipo cultural como coros o teatro.

Cuentan con un programa comunitario: Manos Mormonas que Ayudan para que los miembros de la Iglesia ayuden a los necesitados y realicen algunas actividades comunitarias tales como embellecer calles, parques, escuelas y zonas recreativas de la ciudad.

En el ámbito de la cooperación internacional, la Iglesia tiene un proyecto de cooperación para fomentar la educación, dirigido a países pobres. Asimismo, y aunque la iglesia no cuenta con ONG propia, está a disposición de cualquier asociación como Cruz Roja o Cáritas, y ante cualquier demanda que ellos consideren, para hacer las gestiones necesarias y atenderla (como ejemplo el proyecto de dos potabilizadoras para los campamentos de refugiados saharauis, o bien las cunas que han donado a la Asociación Pro-vida).

El Consejo Nacional de Asuntos Públicos y Comunicaciones (creado en el año 1994) tiene como objetivo ayudar a establecer relaciones positivas con el entorno social y administrativo, y organizar las campañas de obra social de la Iglesia a nivel nacional.